PREVENCIÓN ANTE LA INMOVILIDAD Y CAÍDAS
Abuelo como en cualquier problema de salud, es mejor prevenir que curar. En este sentido, varios estudios han valorado la prescripción de ejercicio físico y el mantener la actividad física como la mejor manera de prevenir la inmovilidad y disminuir

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA INMOVILIDAD?
La causa principal es el encamamiento tras enfermedades agudas y sobre todo tras hospitalizaciones habrá que tener encuenta:
Enfermedades reumatológicas, por el dolor y la deformidad articular.
Accidente cerebrovascular (infarto o hemorragia cerebral).
Enfermedad de Parkinson.
Demencias en fases avanzadas.
Neuropatías periféricas, sobre todo en diabéticos.
Enfermedades cardiacas y respiratorias que van limitando progresivamente la resistencia al ejercicio.
Mala nutrición.
Trastornos de la marcha, Vértigo posicional, Síndrome postcaída.
Accidente cerebrovascular (infarto o hemorragia cerebral).
Enfermedad de Parkinson.
Demencias en fases avanzadas.
Neuropatías periféricas, sobre todo en diabéticos.
Enfermedades cardiacas y respiratorias que van limitando progresivamente la resistencia al ejercicio.
Mala nutrición.
Trastornos de la marcha, Vértigo posicional, Síndrome postcaída.
Otras causas frecuentes son:
Exceso de peso.
Falta de motivación o estados depresivos.
Apoyo social insuficiente o falta de información sobre cómo debe reiniciarse la movilización y qué ayudas técnicas son necesarias.
Muchos fármacos aceleran la inmovilidad por sus efectos secundarios como la hipotensión ortostática, deterioro del nivel de conciencia o temblores al caminar.
Problemas en los pies: callosidades, trastornos de las uñas y deformidades que causan dolor y alteración de la marcha.
Muchos ancianos alargan voluntariamente las horas de sueño aumentando el riesgo de acabar encamado.
Falta de motivación o estados depresivos.
Apoyo social insuficiente o falta de información sobre cómo debe reiniciarse la movilización y qué ayudas técnicas son necesarias.
Muchos fármacos aceleran la inmovilidad por sus efectos secundarios como la hipotensión ortostática, deterioro del nivel de conciencia o temblores al caminar.
Problemas en los pies: callosidades, trastornos de las uñas y deformidades que causan dolor y alteración de la marcha.
Muchos ancianos alargan voluntariamente las horas de sueño aumentando el riesgo de acabar encamado.
ABUELO ¿SABES POR QUÉ ES PELIGROSA LA INMOVILIDAD?
La gravedad de la inmovilización reside en las complicaciones que aparecen, incluso tras cortos periodos de encamamiento. Provocando algunas veces.
-Atrofia muscular y de ligamentos, con fibrosis capsular y deformidad de las articulaciones, contracturas musculares dolorosas.
-Agravamiento de problemas articulares ya existentes, llegando incluso a anquilosis articular, adoptándose posturas fijas, generalmente en flexión hasta llegar a la postura "fetal".
-Agravamiento de la Osteoporosis
Enlentecimiento del pensamiento, desorientación y aparición de signos de demencia, depresión, miedo, agitación. Además los tratamientos habituales para estos síntomas agravan más la inmovilidad.
-Bajada de la tensión arterial al levantarse, con mareo y pérdida del equilibrio, incluso caída al suelo.
-Deterioro de la circulación venosa, sobre todo en las piernas, con varices, tromboflebitis, incluso tromboembolismo pulmonar.
-Mala ventilación pulmonar, se acumulan secreciones bronquiales por dificultad para expulsarlas, aspiración de los alimentos a las vías respiratorias, generando infecciones frecuentes con neumonías frecuentes.
-Problemas para tragar y digestiones lentas, estreñimiento, hemorroides.
-Retención urinaria, infecciones y aparición de incontinencia
-Úlceras por presión en las zonas donde el apoyo del cuerpo es más intenso y frecuente.
-Agravamiento de problemas articulares ya existentes, llegando incluso a anquilosis articular, adoptándose posturas fijas, generalmente en flexión hasta llegar a la postura "fetal".
-Agravamiento de la Osteoporosis
Enlentecimiento del pensamiento, desorientación y aparición de signos de demencia, depresión, miedo, agitación. Además los tratamientos habituales para estos síntomas agravan más la inmovilidad.
-Bajada de la tensión arterial al levantarse, con mareo y pérdida del equilibrio, incluso caída al suelo.
-Deterioro de la circulación venosa, sobre todo en las piernas, con varices, tromboflebitis, incluso tromboembolismo pulmonar.
-Mala ventilación pulmonar, se acumulan secreciones bronquiales por dificultad para expulsarlas, aspiración de los alimentos a las vías respiratorias, generando infecciones frecuentes con neumonías frecuentes.
-Problemas para tragar y digestiones lentas, estreñimiento, hemorroides.
-Retención urinaria, infecciones y aparición de incontinencia
-Úlceras por presión en las zonas donde el apoyo del cuerpo es más intenso y frecuente.
¿Y QUÉ PODEMOS HACER?
Lo más importante ABUELO es procurar impedir el encamamiento y cuando éste es inevitable hacerlo lo más breve posible pensando siempre en los riesgos que conlleva la inmovilidad, YA QUE LAS CONSECUENCIAS SON NEFASTAS.
TAMBIÉN ES MUY IMPORTANTE LA PREVENCIÓN DE CAÍDAS
Abuelo el adulto mayor manifiestan cambios fisiológicos en su cuerpo propios del envejecimiento que modifican el proceso de vida/salud a nivel personal y de interacción.
Se identifica a los accidentes como problema de salud derivado de la transición demográfica y entre ellos a las caídas como prioritarios. La OMS los define como "La consecuencia de cualquier acontecimiento que precipite a la persona al suelo contra su voluntad". En el anciano una caída tiene una afectación a su salud, directamente proporcional al nivel de riesgo en el cual califica a partir de edad, nivel de autosuficiencia, presencia de patologías crónicas y contar con cuidador primario. Las intervenciones de enfermería se fundamentan en la valoración de los factores de riesgo intrínsecos y extrínsecos con un enfoque hacia la prevención, acciones de promoción a la salud, atención al riesgo, limitación del daño y rehabilitación temprana tanto a nivel domiciliario como hospitalario.QUE ESTRATEGIAS PODEMOS EXISTEN PARA LA PREVENCIÓN DE CAIDAS
La prevención de caídas puede no parecer un tema animado, pero es importante. A medida que envejecemos, los cambios físicos, las afecciones de salud y, en ocasiones, los medicamentos utilizados para tratar esas afecciones, hacen que las caídas sean más probables. De hecho, las caídas son una de las causas principales de lesiones entre los ancianos. Aun así, el miedo a caerte no debe regir tu vida. En cambio, considera seis estrategias simples para prevenir las caídas.
1. Programa una cita con tu médico
Comienza tu plan de prevención de caídas haciendo una cita con tu médico. Prepárate para responder preguntas, tales como:
- ¿Qué medicamentos estás tomando? Haz una lista de tus medicamentos y suplementos recetados y de venta libre, o tráelos contigo a la cita. Tu médico puede revisar tus medicamentos en busca de efectos secundarios e interacciones que puedan aumentar tu riesgo de caerte. Para ayudar con la prevención de caídas, tu médico puede indicarte que, gradualmente, dejes de tomar medicamentos que te hagan sentir cansado o que afecten tu pensamiento, tales como sedantes y algunos tipos de antidepresivos.
- ¿Te has caído antes? Anota los detalles, incluido cuándo, dónde y cómo te caíste. Prepárate para discutir los casos en los que casi te caíste pero alguien te atrapó o tú lograste sujetarte de algo justo a tiempo. Detalles como estos pueden ayudar a tu médico a identificar estrategias específicas de prevención de caídas.
- ¿Tus condiciones de salud pueden causar una caída? Ciertos trastornos de la vista y de los oídos pueden aumentar el riesgo de caídas. Prepárate para hablar sobre tus condiciones de salud y sobre cuán cómodo te sientes al caminar, por ejemplo, ¿sientes mareos, dolor en las articulaciones, falta de aliento o entumecimiento en los pies y las piernas cuando caminas? El médico también puede evaluar tu fuerza muscular, equilibrio y estilo de caminar (marcha).
2. Mantente en movimiento
La actividad física puede ayudar mucho a prevenir las caídas. Con la aprobación de tu médico, considera hacer actividades como caminar, hacer ejercicios acuáticos o practicar tai chi, un ejercicio suave que involucra movimientos lentos y elegantes similares a los de un baile. Tales actividades reducen el riesgo de caídas al mejorar la fuerza, el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad.Si evitas la actividad física porque temes que aumente la probabilidad de que te caigas, díselo a tu médico. El médico te puede recomendar programas de ejercicio cuidadosamente monitoreados o derivarte a un fisioterapeuta. El fisioterapeuta puede crear un programa de ejercicio personalizado destinado a mejorar tu equilibrio, flexibilidad, fuerza muscular y marcha.3. Usa unos zapatos cómodos
Considera cambiar tu calzado como parte de tu plan de prevención de caídas. Tacones altos, pantuflas flexibles y zapatos con suelas resbaladizas pueden hacer que resbales, tropieces y caigas. Lo mismo puede pasar al caminar con medias puestas. En su lugar, usa zapatos resistentes y bien ajustados con suelas antideslizantes. Los zapatos cómodos también pueden reducir el dolor articular. Antes de empezar a seleccionar un calzado, habrá que determinar: 1 La capacidad que tenemos para calzarnos. 2 Las posibles deformaciones de nuestros pies. 3 La existencia de puntos dolorosos. 4 Los gustos y preferencias estéticos. 5 El uso que se vaya a dar al calzado. Cómo elegir la talla correcta: 1 El dedo más largo debe quedar aproximadamente a un centímetro de la puntera. 2 Los dedos no deben tocar la parte superior de la puntera. 3 Si observas bultos en los laterales del zapato, la talla es demasiado pequeña. Igualmente, si puedes pellizcar un trozo de piel, la talla es demasiado grande. 4 Observa que el talón quede bien ubicado en su sitio. Es importante que al andar el pie no tienda a escurrirse hacia delante. 5 Vigila que el dedo pequeño no está oprimido. Si está demasiado apretado por el dedo contiguo la solución es una talla más, o bien un modelo de zapato distinto, con otra puntera más ancha.
A la hora de obtener un buen calzado tendremos también en cuenta a la hora de comprarlo que ajuste bien aportando una buena estabilidad, que no resbale y proporcione una buena amortiguación, si tienes pie ancho hay calzado apropiado para eliminar prexiones, como también para otras dolencias como artritis aqui te presento algunas imágenes
4. Quita de la casa cualquier cosa que pueda ser peligrosa
Echa un vistazo a tu casa. Tu sala de estar, cocina, dormitorio, baño, pasillos y escaleras podrían estar llenos de peligros. Para hacer tu hogar más seguro:- Retira las cajas, los periódicos, los cables eléctricos y los cables telefónicos de los pasillos.
- Retira las mesas de café, los estantes para revistas y las macetas con plantas de las áreas en las que haya mucho tráfico.
- Asegura las alfombras sueltas con cinta adhesiva de doble cara, tachuelas o una base antideslizante, o retira las alfombras sueltas de tu casa.
- Repara las tablas de madera sueltas y las alfombras de inmediato.
- Guarda la ropa, los platos, la comida y otros artículos necesarios al alcance de tu mano.
- Limpia inmediatamente los líquidos, la grasa o los alimentos derramados.
- Usa alfombras antideslizantes en la bañera o ducha. Usa un asiento de baño que te permite sentarte mientras te duchas.
5. Ilumina el espacio habitable
Mantén tu casa bien iluminada para evitar tropezar con objetos que son difíciles de ver. Además:- Coloca luces nocturnas en tu dormitorio, el baño y los pasillos.
- Coloca una lámpara al alcance de la cama para cualquier necesidad que tengas por la noche.
- Despeja el camino hacia los interruptores de luz que no estén cerca de las entradas de las habitaciones. Considera la posibilidad de cambiar los interruptores tradicionales por interruptores que brillen en la oscuridad o iluminados.
- Enciende las luces antes de subir o bajar las escaleras.
- Guarda las linternas en lugares fáciles de encontrar en caso de apagones.
6. Usa dispositivos de asistencia
Tu médico podría recomendarte que uses un bastón o un andador para mantener la estabilidad. Otros dispositivos de asistencia también pueden ayudar. Por ejemplo:
- Pasamanos para ambos lados de las escaleras
- Peldaños antideslizantes para escalones de madera desnuda
- Un asiento de inodoro elevado o uno con apoya brazos
- Barras de agarre para la ducha o la bañera
- Un asiento de plástico resistente para la ducha o la bañera, además de una boquilla de ducha manual para bañarse mientras se está sentado
Si es necesario, pídele a tu médico que te derive a un terapeuta ocupacional. Este puede ayudarte a pensar en otras estrategias de prevención de caídas. Algunas soluciones son fáciles de instalar y relativamente baratas. Otras pueden necesitar ayuda profesional o una inversión mayor. Si te preocupa el costo, recuerda que una inversión en prevención de caídas es una inversión en tu independencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario